La salud pública

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Las víctimas de la trata de personas muchas veces sufren condiciones brutales que tienen como resultado traumas físicos, sexuales y sicológicos. La prostitución forzada causa con frecuencia infecciones sexualmente trasmitidas, enfermedades de inflamación pélvica y VIH/SIDA. La ansiedad, el insomnio, la depresión y el estrés postraumático, son manifestaciones sicológicas comunes entre las víctimas de la trata de personas. Las condiciones de vida insalubres y congestionadas, junto con la desnutrición, producen un número de problemas de salud como la sarna, tuberculosis y otras enfermedades contagiosas. Los niños sufren problemas de crecimiento y desarrollo, con complejas consecuencias sicológicas y neurológicas debido a las privaciones y traumas.

Los niños muchas veces sufren los abusos más atroces ya que son controlados y forzados más fácilmente al servicio doméstico, a los conflictos armados y a otras formas peligrosas de trabajo. Los niños pueden ser sometidos a una explotación progresiva, por ejemplo, ser vendidos varias veces y sometidos a una variedad de abusos físicos, sexuales y mentales. Este abuso complica su rehabilitación sicológica y física y pone en peligro su reintegración.